Paraguay está en el camino correcto: mayor industrialización traerá desarrollo económico
La importancia de la producción sojera para el país es indiscutible dado que, a través de ella, existe un gran flujo de ingreso de divisas En tanto, la coyuntura del mercado obligó a una mayor industrialización, lo que muestra el mejor camino para poder lograr el desarrollo económico.
Históricamente, Paraguay exportaba gran parte de la soja que producía. En la campaña 2023/2024, la oleaginosa desalojada alcanzó un volumen de 7,9 millones de toneladas, es decir, más del 70% de la producción total.
Este hecho se repitió cada año, a excepción de la campaña del 2021/2022, cuando el país experimentó su peor sequía en los últimos 25 años, generando la caída de un 80% en la producción total.
Durante este año, el nivel de envíos sigue siendo importante, sin embargo, paralelamente se registra una situación que está dando ánimos y espíritu al agronegocio en el país: la mayor industrialización.
Según el informe de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro), hasta octubre de este año se procesaron 2.950.978 toneladas, superando ampliamente los niveles de los últimos cinco años y acercándose a la barrera de los 3 millones de toneladas. Solo en octubre se molieron 295 mil toneladas, más del doble que en el mismo mes del año pasado.
Karsten Friedrichsen, Director de la Asociación de Productores de Soja (APS), considera que Paraguay está haciendo, en este momento, lo único correcto: apostar por una mayor industrialización. "Lo único que puede hacer es seguir con la industrialización a nivel nacional", sostuvo.
Según el experto, esto no sólo se da por una mayor producción, sino también por una coyuntura internacional que permite que más soja quede en el país y las inversiones que está realizando el sector privado para que se refuerce la agroindustria.
En ese sentido, mencionó que existen empresas de producción de etanol que se están instalando y construyendo más plantas industriales, además de las existentes en Canindeyú y San Pedro.
"Ese es uno de los rubros más importantes, convertir productos commodities primarios en un producto secundario de mayor valor agregado. Eso motiva nuestro mercado", añadió.
Precios siguen bajos
El directivo del gremio indicó que esta situación no está relacionada a buenas condiciones de precios, no obstante, destacan que existe una posibilidad de dejar la soja en el país, para industrializarla, en vez de exportarla.
Sobre el punto, indicó que la industrialización que se está observando debe seguir y trabajar para impulsarlo con una visión de largo plazo. "En este momento, Paraguay vive un momento de confianza en relación a las inversiones, eso hay que estimularlo", comentó.
Es importante mencionar que, la mayor industrialización registrada, permitió que la utilización de la capacidad instalada llegue al 82%, once puntos más que en 2024, consolidando al 2025 como el año de mayor recuperación para la agroindustria.
Para Friedrichsen, el sector público también tiene un trabajo importante que hacer, es decir, tiene que mantener las reglas claras para que, tanto productores, como procesadores, cuenten con previsibilidad en el negocio de manera a seguir impulsando las inversiones.
"Toda industrialización lleva un largo tiempo, pero se está haciendo y es para el Paraguay un colchón de seguridad que puede, por un lado exportar commodities o convertirlo en el mercado local, en caso de maíz en etanol, en caso de la soja en cada vez más balanceado y exportar carnes, sea porcina, bovina o pollo", aclaró.
Agregó que se están instalando cada vez más industrias para el procesamiento de producción nacional, lo que calificó como la llave de desarrollo sostenible para toda la cadena.
Paraguay como hub de proteínas para la región
Por su parte, Raúl Valdez, Presidente de la Cappro indicó que para ellos, el camino que debe seguir es el de aumentar la capacidad industrial de la soja a nivel local. En ese sentido, indicó que los números demuestran que con un proceso de industrialización, la diversificación de riesgos es mucho mayor.
Esto, teniendo en cuenta que existe una alta concentración de mercado, es decir, casi el 80% de la producción total se destina a un país, que es Argentina. Mencionó que si bien este destino tiene las condiciones de absorber las compras, le deja en una posición de vulnerabilidad al país.
"Através de los productos industrializados tenemos acceso a más de 40 mercados diferentes, con lo cual eso ayuda a dinamizar más la comercialización de los productos, con una capilaridad mayor a diferentes mercados, a grandes mercados y a mercados de nicho también", acotó.
De esa manera, dijo que se puede lograr mitigar la volatilidad de los precios, que se está observando a nivel mundial. En ese sentido, agregó que ven este año, niveles de precios bajos y con una demanda retraída por parte del principal mercado, mientras que la producción de harina y aceite de soja, han crecido en términos de producción, exportación y generación de divisas.
Sobre los cambios en el sector de los agronegocios, dijo que responde a cuestiones coyunturales por lo cual, la alta industrialización, podría disminuir nuevamente. En ese sentido, Valdez, indicó que es importante generar políticas públicas que intensifiquen y mantengan las inversiones.
Si bien ahora estamos hablando de una buena noticia, que es el crecimiento de la productividad y el crecimiento de la industrialización, esto no responde en absoluto a medidas que hayan sido tomadas localmente. Responde principalmente a condiciones regionales y de la dinámica de los mercados regionales", reiteró.
Medidas para mantener la industrialización
Valdez indicó que, para mantener la competitividad del sector agroindustrial, es importante, primeramente, crear un sistema de políticas públicas que estimulen determinadamente el crecimiento de la industrialización.
Dijo que, desde el año 2019 los productos industrializados derivados de la soja, reciben un tratamiento fiscal distorsivo, como la no devolución del 5% del impuesto al valor agregado (IVA), es decir, el 5% del IVA no se recupera cuando el producto es exportado, hecho que considera va en contra de los principios del comercio internacional y en contra de la naturaleza de este impuesto que no es exportable.
"Al no obtener la devolución del IVA, los productos nacionales pierden competitividad en los mercados internacionales y como consecuencia, desde el año 2019 hasta el año 2025, el nivel de industrialización solamente vino bajando, llegando a un punto crítico en el 2024", agregó.
Dicha situación se dio incluso con un escenario donde la producción de soja fue récord llegando a las 11 millones de toneladas, donde la industria tuvo una capacidad ociosa del 50%.
Agregó que, entre el 2010 y el 2019 se invirtieron más de US$ 1.000 millones en capacidad industrial de procesamiento, sin embargo, desde el momento que se implementó esta medida de la reforma fiscal, las inversiones han sido nulas, incluso en muchos casos hubo desinversión.
Teniendo en cuenta eso, sostuvo que están proponiendo una mayor promoción industrial a partir del procesamiento de la soja en las plantas nacionales, lo que implica que a partir de la industrialización y producción de harina y aceite de soja, se estimule el crecimiento de otras capas de valor agregado de otras industrias relacionadas, como la producción de carnes y la producción de biocombustible, específicamente el biodiesel, en base al aceite.
Fuente: forbes.com.py, https://www.forbes.com.py/macroeconomia/paraguay-esta-camino-correcto-mayor-industrializacion-traera-desarrollo-economico-n82813